Una mañana me desperté y nada era igual.
Vivimos en constante cambio;
cambios que nos afectan, estimulan
y a los cuales respondemos con una acción.
La pasividad, la huida o el enfrentamiento
pueden ser formas de responder y no siempre
somos conscientes de tales acciones.
La vida sigue su ritmo y a veces la cotidianeidad
o la rutina adormecen nuestros sentidos;
pero en cambio otras veces
existen momentos de lucidez.